martes, 1 de agosto de 2017

Clavelitos, clavelitos ....


Y ocurre a veces que un soniquete de tuna se cuela en tu casa. Así sin previo aviso, te acompaña una tropa de jóvenes tuneros que cantan Consuelo y a sonrisa llena. Te recuerdan estos ángeles de lo simple a lo que se reduce todo. Si la vida es música y te pide cantar, cantemos clavelitos pues.  El ayer ya pasó y en el mañana ya veremos. Mentira.

Y mientras madre canta clavelitos con desafino y se abrocha bien fuerte al presente, tú te las arreglas para barrer el tiempo hacia atrás. Ese mismo tiempo que amengua facultades y ha hecho de las gafas de ver de madre, olvido en la mesilla.  Entonces te toca caminar al cuarto para alcanzárselas, pero te detienes no sabes muy bien por qué a mirar a través de sus cristales.

Y es así, pero siempre hay mayor sufrir cuando una mira a través de sus cristales. En uno de los lados del roto. Allí donde las risas lloran con lágrimas que no se ven, los días son sólo horas que echar atrás y una verbena no es más que otra noche de guardar.

Y mientras madre continúa cantando clavelitos, oyes sin querer a otra melodía que te invita a ir a bailar a la cocina y hace que te enfundes su mandil como de un uniforme de guerra se tratara. Justo entonces, tomas prestado también su cansancio, ese que se huele cuando llegas a casa y la ves en la cocina con las manos en la masa.

Un mandil que pesa quintales. Uno por cada vida truncada. Y como puede, se hace un medio lazo por la espalda.  Una lazada hacia un lado por tocada, vencida y hundida,  y otra hacia el otro, por vencedora de los días que se avienen. Anuda fuerte y saca esa sartén de ahí arriba que yo no alcanzo. Que me pongo ya a la faena que hoy no estamos todos, pero somos muchos a comer.

Y el son de clavelitos está ya casi terminado, justo cuando madre tararea la estrofa de si algún día clavelitos no lograra poderte traer...  y yo me emociono lo que está por escribir, porque esa bien sabida ley de vida que se adueñó por un momento de mi pensamiento, no la querría yo vivir. Sin más.

Feliz día.

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